Querido Marcos.

Cuando hemos leído el mensaje con la noticia del fallecimiento de D. Jesús, todos nos hemos entristecido.
Personalmente no puedo decir que lo haya conocido en profundidad ni que haya tenido mucho trato con él. Pero gracias al que pude mantener en estos últimos años me atrevo a afirmar que era de esa clase de personas que dejan huella. En muchas conversaciones de compañeros salía una referencia, una anécdota, que nos permitía recordarle siempre con una sonrisa, al mismo tiempo que con admiración.
Su profesionalidad y dedicación, de la mano de su amabilidad y buen carácter, son y serán, sin duda, una fuente de inspiración para todos los que tuvimos la suerte de conocerle.
Os envío mi más sincero pésame.

José Luis Núñez